Con el compromiso de hacer de la energía sustentable un pilar dentro de las operaciones, División El Teniente impulsa una serie de medidas que buscan generar una cultura energética sustentable.
Una de ellas, es la incorporación de las dos primeras torres solares en sus operaciones, que como piloto han sorteado con éxito los desafíos que implica estar insertas en la geografía de la Cordillera de Los Andes, donde se desarrollan las operaciones de la cuprífera en la Región de O’Higgins.
Ubicadas en el sector de Barahona y en el Tramo 3, en el área de operaciones de la División El Teniente, las dos torres solares representan una ventaja al ocupar energía limpia a partir de la radiación del sol y no emitir gases de efecto invernadero.
“Por tres días de funcionamiento, 10 horas en promedio, una torre diésel ocupa aproximadamente 170 litros. Y eso hay que multiplicarlo por el total de torres que hay en la División. Con las solares, se elimina ese consumo y las emisiones”, explica Augusto Romero, jefe de operaciones.
Agrega que “buscamos muchas alternativas, algunas se cayeron en el camino, hasta que llegamos a estas torres. Necesitábamos algo que tuviera una autonomía superior a las 9 horas, para iluminar durante los trabajos nocturnos, ese era el primer foco”.
A dos meses del piloto, las torres mostraron una autonomía de hasta 27 horas, con un banco de 16 baterías y cuatro paneles, y les fue incorporado un cronómetro para programar su encendido y apagado automático, además de un contrapeso que evita que el viento pueda derribar la instalación.
Eficiencia energética para una minería sustentable
Otro de los puntos que el equipo que trabajó en la implementación de estas torres destaca, es que la interacción de los operadores y mantenedores se reduce al mínimo lo que evita la exposición a accidentes en faena.
“La interacción es casi nula y el equipo ha funcionado muy bien, incluso expuesto a un ambiente de alta polución por el polvo y condiciones como la nieve”, asegura Brandon Pérez, supervisor y jefe de servicio de FastRental, empresa que provee el servicio.
“En cuanto al mantenimiento, solo se ocupa un paño para limpiar los paneles con agua destilada, a diferencia de las torres diésel, donde sí tenemos interacción mecánica y riesgos de atrapamiento, por ejemplo, además de cambios de aceites y componentes cada cierto tiempo”, detalla Pérez.
Otra de las ventajas es que las torres solares evitan el manejo de residuos peligrosos. No existe aceite quemado, lubricantes, grasas ni refrigerantes. Tampoco hay contaminación acústica.
Cristian Farías, administrador de contrato de FastRental, explica que las baterías cuentan con 2.500 ciclos de carga “y en estos dos meses apenas se han debido cargar en dos oportunidades”. Además, la estructura es de fabricación y ensamblaje nacional, “por lo que no dependemos de alguna importación o tiempos extensos de espera en caso de recambios”.
“Como Superintendencia de Energía y Suministros estamos comprometidos con la transición energética en nuestros procesos y es por ello que estamos en permanente búsqueda de nuevas tecnologías que nos permitan potenciar el uso de energías renovables en sinergia con nuestras empresas colaboradoras”, sostiene Ingriz Arce, superintendenta de Energía y Suministros.
“El exitoso piloto de esta luminaria portátil solar nos permite ampliar nuestra ambición de proveer a la división de estos equipos de forma permanente en nuestros nuevos contratos de arriendo de luminarias”, añade.
Dato
Codelco suscribió seis compromisos de sustentabilidad a 2030. El primero de ellos apunta a disminuir en 70% las emisiones de gases de efecto invernadero. (Fuente: PortalMinero)